Editorial: "Salud: el problema es político"

El problema del Hospital, que es en definitiva el problema de la Salud pública en nuestra ciudad, es un problema político.
No existe ningún profesional que quiera hacerse cargo de ese “fierro caliente” que es el Hospital Municipal Presidente Perón. La salida encontrada por el Ejecutivo Municipal mediante “la intervención” de médicos de la Región Sanitaria lV es un nuevo parche que lejos está de resolver la cuestión de fondo: la gestión Brasca carece de una política de Salud, no tiene plan, no hay proyecto en el área.
Monica Chiaradio renunció sin lograr que un colega de la ciudad aceptara acompañarla desde la dirección del Hospital, que tras la renuncia de Rogelio Crespo se encontraba sin conducción. Pero la crisis había comenzado mucho tiempo antes cuando se desarmó el servicio de pediatría, esencial para la comunidad, y se persiguió a médicos que no congeniaban con el pensamiento del Ejecutivo. Todo se agravó con la polémica tarea del administrador Julio Nahirñak que terminó con la salida de Norberto Penutto.
Tras la salida de Crespo, Oscar Brasca no logró convencer a ningún profesional local y pidió ayuda a la Provincia. Sin el suficiente respaldo político la solución parece estar lejos. Ningún violinista acepta tocar en una banda sin director, ni plan. La debilidad de la gestión Brasca es su peor escollo.