No se renovaría el contrato del Auditor del Hospital.

En conferencia de prensa Crespo y Miró defendieron su gestión. “Si no tengo el apoyo de todos me deberé ir” afirmó Crespo. Criticas de la oposición.

Los doctores Rogelio Crespo y Fernando Miró realizaron declaraciones ante los medios de prensa locales luego de que se presentara una denuncia judicial por el proceso administrativo que nombró a Miró auditor del hospital.
El director del hospital explico que “hace un año y un mes que fui nombrado Director por el ex intendente Victorio Migliaro y él mismo autorizó a que me acompañara en esta tarea el Dr. Fernando Miró en carácter de médico auditor, quien presentó su currículum avalando su idoneidad y experiencia. La forma en que se lo contrató corresponde al sector administrativo, no es de mi incumbencia”. Expresó Crespo haciendo obvia referencia a la denuncia que presentara el concejal Daniel Spadone.
“Mi pretensión fue que el Dr. Miró más allá de reveer y comparar estadísticas y normalizar tareas en algunas áreas, o ver historias clínicas o facturaciones, pudiese colaborar, viendo más allá de lo cotidiano, nuestras debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades como Institución” afirmó Crespo.


El director del nosocomio recalcó como logros de su gestión: la implementación de la Carrera Profesional Hospitalaria, la normalización del Servicio de Pediatría ya que “había solo 3 pediatras al inicio de mi gestión”, la normalización de Servicio de Emergencias, normalización Servicio de UTI y adhesión al Samo, entre otros.
Crespo destaco que en el año 1994 adhirió a la ley de Autogestión Hospitalaria “permitiendo de esta manera generar ingresos que se deben reinvertir en salud, más allá de haber un fondo de redistribución solidaria para todos”. El director del hospital consideró que “hay una enorme resistencia al cambio” y que esto “no debería generar competencia con el ámbito privado, sino entenderlo y buscar formas alternativas de complementariedad y reciprocidad”.
Para Crespo “debemos romper viejos estigmas, hospital para unos, clínica para otros. No discriminar sino integrar, lo público y lo privado”.

Posible paso al costado
En cuanto a su estabilidad en el cargo afirmo que “si veo que hay trampas o no tengo apoyo de todos, y cuando digo todos, digo todos, me deberé ir, con el deber cumplido de mi parte, y orgulloso aunque solo haya dado el puntapié inicial en esta responsabilidad que acepté cuando el Dr. Migliaro me convocó. Vamos en un mismo barco. No podemos seleccionar botes para salvarnos individualmente. La salud de Salto es lo más importante”.
También respondió a las criticas realizadas por la utilización del quirófano y el cargo del auditor “¿por que se asustan cuando alguien viene y opera en el hospital?, ¿Que problema hay en que se “use” un quirófano, si el hospital cobra legítimamente por gastos sanatoriales?, ¿Que miedo tienen que un auditor audite o actualice instrumentos y posibilidades de cambio?” se pregunto retóricamente Rogelio Crespo.

Criticas de ex funcionario
Marcelo Herrera ex Secretario de Salud de la gestión Burgos afirmo que “mi primer disenso es con la presencia de una figura oscura, a los efectos administrativos y del organigrama municipal, de un auditor en el nosocomio. Cabe preguntarse las funciones, alcances y límites del mismo, que seguramente se detallarán en el decreto de nombramiento, que no trascendió, aunque el mismo Dr. Crespo, abonó la idea de que, el citado profesional auditor, complementaría su propia función de Director, dado que carece del tiempo suficiente para realizar el trabajo asignado (“me lleva 4 ó 5 horas, firmar papeles, atender a la gente, por lo que el Dr. Miró, son los ojos que me dicen que está pasando en el hospital”. Palabras más o menos, fue la explicación de por lo menos una de las tareas de Miró, es decir mirar).”
Herrera cuestiono al auditor “dudo que el Dr. Miró sea útil en la función en la cual usted lo requiere, pero menos útil y hasta aventurado lo es como médico de guardia en Pediatría o en Terapia. Vea de cerca el trato que les dan a los empleados de su hospital, administradores y demás autoridades incompetentes”. Y se permitió recomendarles que “no olvide a los mejores pacientes que tiene el hospital público, los pobres. Sólo ellos auditarán de manera eficiente su gestión”.