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A los Peronistas (los de veras)

El Peronismo murió el 01 de Julio de 1974. Ese día el corazón del viejo Juan Domingo dejó de latir y al apagarse, se llevó no sólo la vida del más importante estadista del Siglo XX, sino también la esperanza de millones de argentinos que lo adoraban y depositaban en sus artes de político, la vuelta absoluta a un estado benefactor, a la justicia social y al pleno empleo, ansiados desde hacía casi 20 años, cuando le interrumpieron su segundo mandato.

Lo que vino después fue resaca que aún continúa y que se denomina “pejotismo”, una suerte de permanente “runfla” que favorece siempre a una corporación de hombres de negocios que se alternan y se tapan, asimismo, todas las corruptelas; ésa dirigencia que se autodenomina “justicialista”, empachada de pomposo folklore Peronista, declama sistemáticamente que son los únicos que pueden gobernar un país, una provincia o un municipio y de hecho lo hacen desde hace 20 años.

También y que casualidad, desde hace 20 años la salud, la educación, la seguridad, el empleo, el medio ambiente vienen degradándose de manera catastrófica, sin temor a la palabra catástrofe, porque somos testigos y damnificados directos de una sociedad con niños desnutridos, deserciones escolares, educadores mal retribuidos y con cada vez menos ganas de enseñar, hospitales con crónicas y serias deficiencias, con obras sociales muy flacas y sindicalistas muy gordos, con una violencia inusitada en la calle, pero también en los hogares, desempleo, subempleo y malas condiciones laborales crecientes nuevamente, después de que se pinchó la burbuja kirschnerista, con dengue en éstas latitudes, el riachuelo todavía inhabitable hasta para los microbios, a pesar de María Julia.

Y los muchachos ni se mosquean. ¡Habrase visto! diría una buena amiga.
A pesar de ello, no renuncian al poder, eso jamás, pero todos y cada uno de los hechos de corrupción que la fauna antes dicha cometió, lo hizo en el nombre de Perón y llevaron a que el pueblo, ése al que dicen representar, se hartara y explotara ante la inoperancia de los otros responsables del desastre del 2001, que no tuvieron el coraje para salir del menemismo.

Es muy hipócrita decir hoy que la oposición tiene una “actitud destituyente” cuando Ruckauf, principal asesor de seguridad de Scioli, organizó los saqueos en el Diciembre trágico. Una muestra de lo destituyente de la oposición, lo pudieron apreciar durante las exequias de otro estadista, hace unos días, donde fue claro y contundente el reclamo social por más república y nada de populismo, soberbia y autoritarismo.

Los Hombres de Negocios autodefinidos “Justicialistas”, no aceptan que alguien que no comparta su “ideología”, critique el Peronismo o Justicialismo. No está autorizado. Es un “Gorila”.
Por otra parte, el gorila resulta ser un noble animal, protector de su cría y su comunidad, como pocos y hoy amenazado en su subsistencia por el Hombre. El apelativo de gorila para desprestigiar al oponente, forma parte del antedicho folklore, al que el Hombre de Negocios “justicialista” se aferra cuando se ve amenazado.
El Peronista de veras no se debe sentir agredido. Si hace falta aclaro, los Hombres de Negocios, los que se han enriquecido con el raid delictivo que lleva más de 20 años y al que ellos llaman “Experiencia Ejecutiva”, los que están prendidos a la gran teta del Estado y no la sueltan, aún sabiendo que el pueblo al que dicen representar, está sumido en un alto porcentaje en la miseria, los que no tienen Vergüenza, porque la vergüenza es patrimonio de los educados con la buena educación de nuestros padres rompiéndose el lomo para llevar el pan a la mesa y que nos machacaban “lo que no te pertenece no lo debes tocar”, les aclaro, repito, que ellos no son peronistas ni justicialistas, ellos son sólo “Hombres de Negocios”, negocios particulares, primero, corporativos después y si algo sobra, lo derraman al pueblo a manera de dádiva, previo llamado a los medios de comunicación, para que vea el pueblo, cuán buenos son los “Justicialistas”; contradiciendo uno de de los mayores preceptos peronistas que dice: “Primero el Pueblo, después El Movimiento y por último los hombres”

Estoy convencido que el pueblo peronista algún día dejará de caer en la trampa, se dará cuenta de que sus banderas son usurpadas por cualquier “Hombre de Negocios” vestido para la ocasión. Ese día, tronará el escarmiento, ése día está cerca.
Y sí señores, si me llaman gorila, en éste momento me hacen sentir cómo el más famoso de ellos, que estaba en el zoológico de Barcelona, un macho enorme y albino al que llamaban Copito de Nieve, o cualquier ejemplar de los bosques de África Central, orgulloso y digno, a pesar de la amenaza de extinción o los barrotes de la jaula.

Dr. Marcelo Herrera, DNI 17579954

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