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Sindicalismo

“La única división: los que luchan y los que se entregan”

Agustín Tosco

Agustín Tosco fue un sindicalista cordobés, protagonista principal en la pueblada que tuvo lugar en la docta ciudad en el año 69 (el Cordobazo). Nació y vivió en la pobreza, que por aquel entonces era otra pobreza, muy digna y muy orgullosa de pertenecer a la clase social trabajadora que se ganaba el sustento sin artimañas, sólo con su trabajo. Murió en la clandestinidad, perseguido y enfermo, en el 75.
Que lo persiguiera la Triple A y la policía cordobesa, no para felicitarlo, era lógico. Tosco representaba una amenaza para la violenta y egoísta manera de entender el sindicalismo que tenían Onganía primero y Lopez Rega después. La vida dirigencial de Tosco, no cuajaba con el estilo connivente, entreguista y delatador del sindicalismo ortodoxo de los 70.
Don Agustín era simpatizante del peronismo, allá por su juventud, luego hizo caso omiso a aquello de: “de casa al trabajo y del trabajo a casa”, se instruyó con el marxismo y armó un quilombo fenomenal en la muy industrializada capital cordobesa. Aunque su lucha trascendió a nivel nacional, caracterizada por la hoy arqueológica independencia sindical, la inhallable honestidad y la perdida, hace tiempo, vergüenza, que fue reemplazada por la tímida vergüenza ajena actual.
Más allá de su ideología, marxista y católica (no era contradicción, eran fuertes convicciones) era un revolucionario por su comportamiento valiente, sin armas, salvo su lengua filosa, sin concesiones indignas a cualquier patronal o autoridad, privilegió la lucha a su salud, sus compañeros a su familia.
Agustín Tosco, un patriota. En una patria que tiene como bandera la dignidad, que no se si es la nuestra.
Las comparaciones, como el saber popular dicta, son odiosas. De todas maneras, cuando escucho o leo declaraciones de un estereotipo degradado de sindicalista local, me acuerdo de Agustín Tosco.

Dr. Marcelo Herrera
DNI 17579954
mh.hombresuburbano@gmail.com

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