El caso de las boletas apócrifas ya está en la Fiscalía de Mercedes

El lunes, se realizó una auditoría en el establecimiento para recabar pruebas sobre la causa, que ya se encuentra en la Fiscalía de Mercedes. También en los primeros días de esta semana, se conoció que Alfredo Mustapic, quien está nombrado en la denuncia como “atrás de todo esto está Alfredo Mustapic”, habría ido a declarar a Mercedes. Mustapic tenía el cargo de director de la Escuela agropecuaria y actualmente desempeña sus funciones de consejero escolar, por el Partido Justicialista. En la copia de la boleta apócrifa a la que tuvo acceso EL NORTE, se distingue su firma, junto a otras de integrantes de la cooperadora en ese momento.

La semana pasada, Semanario El Norte mantuvo una conversación con Eduardo Ruiz Díaz, quien indignado había expresado: “Acá el damnificado soy yo. La boleta fue robada, fue escaneada, y yo no tengo nada que ver”.
Su esposa, Ana María Alfaro, además manifestó que “está el buen nombre y honor de mi esposo, que fue al que le robaron la boleta y el que hizo la denuncia es mi hijo, porque un alumno encontró la boleta.”

Eduardo Ruiz Díaz tiene 56 años. Realiza trabajos de reparaciones de techos, galpones y tinglados. En el año 2003, su hijo Marcelo comenzó a trabajar en la Escuela Agropecuaria de Gahan como profesor, y él fue contratado para realizar distintas obras en el establecimiento. Eduardo Ruiz Díaz realizó su último trabajo en la escuela (según su última boleta) el 7 de septiembre de 2006. La boleta que denuncian como apócrifa tiene fecha del 26 de septiembre de ese mismo año. El monto que figura en la boleta es excesivo para un monotributista de primera categoría, como se declara Ruiz Díaz. “El monto que podía facturar era de $1.500 para no saltar de categoría, y en la boleta figuran $24.965”.

Es importante aclarar que la escuela sigue dictando clases, a pesar de la compleja situación en la que se encuentra. Mientras tanto, los involucrados y todo el pueblo de Salto están a la espera de lo que informe la justicia.

Pedido de un concejal de la oposición
“No matemos al mensajero”
(“En la época de las bárbaras naciones / colgaban de la cruz a los ladrones. / Hoy, que es el tiempo de las luces / del pecho del ladrón cuelgan las cruces” Anónimo)
En la época de las bárbaras naciones cuando los mensajeros les traían malas noticias, los señores feudales les daban azotes, los hacían torturar y hasta los condenaban a muerte. Pues bien, de aquella tremenda forma de entender la vida, de aquella despiadada injusticia, no sólo nos ha quedado la referida frase, sino una larga fila de burócratas encubridores y una realidad incuestionable: es más fácil matar al mensajero que emplear la justicia en quienes generan o son los culpables de los hechos que intentan ocultar.
Matar al mensajero siempre ha sido mucho más fácil que matar la verdad…
Pero aún queda esperanza: nosotros somos más.
Y ellos… están derrotados y en retirada.
Eduardo A. Creus, Concejal ARI-Coalición Cívica.